¿Cuáles son las tasas máximas de alcoholemia en España?

Circular sobrepasando la tasa máxima de alcoholemia puede considerarse un delito tipificado y sancionado con fuertes multas, incluso hasta con la retirada de carnet o la cárcel.

Lo cierto es que la tasa de alcoholemia ha experimentado cambios significativos con el paso de los tiempos. Si retrocedemos al año 1999, descubrimos que 0,8 g/l en sangre se redujo a 0,5 g / L. En el año 2012 se planteó reformar de nuevo esta tasa, intentado que se quedase en 0 (es decir, que no se podría conducir con nada de alcohol), pero finalmente esta medida no se terminó aplicando.

La tasa máxima de alcoholemia en España dependerá del tipo de conductor.

  • Tasa general: La tasa general es de 0,5 g / l o de 0,25 mg / l. Esta tasa es la que se aplica a aquellos conductores que ya disponen de 2 años de antigüedad, para licencias AM, A1/A2/A y B. Es importante tener en cuenta, y esto no lo sabe todo el mundo, que las tasas máximas de alcoholemia también se aplican a la conducción de bicicletas; es decir, que si vamos en bici y el alcoholímetro marca 0,6 g/L, podemos llevarnos una multa.
  • Conductores profesionales: En cambio, los conductores profesionales (aquellos que se dedican al transporte de mercancías, de viajeros, transporte público, servicios de urgencia, etc.), no podrán exceder los límites de 0,3 g / l o de 0,15 mg / l. Para que lo tengamos más claro, esta tasa afectará a aquellos usuarios que tengan las licencias C, C1, D y BTP.

tasas alcoholemia

Cómo consideración a tener en cuenta, esta tasa tan solo se aplicará si el usuario conduce alguno de los vehículos que utiliza para el trabajo; si el poseedor de un carnet BTP está conduciendo su coche en fin de semana, y da una tasa de alcoholemia de 0,4 g / l, no será multado.

  • Conductores nóveles: Y finalmente tenemos los conductores nóveles; es decir, aquellos que tengan el carnet hasta que cumplan los 2 primero años. En este caso no se podrá superar la tasa de alcoholemia de 0,3 g / l y de 0,15 mg / l; es decir, la misma tasa que para conductores profesionales, solo que en este caso no es permanente.

Igualmente, aunque hay cierta tolerancia, a la hora de coger el volante no deberías haber consumido ni una gota de alcohol.